Eterno y viejo sauce que regalabas la suave brisa con tus ramas, sentias como los niños escalaban y colgaban por tu ronco. Sus risas de fondo te ayudaban a permanecer ahi, quieto, inmovil, asivo a los años... regalando tardes de verano generación tras generación en la orilla del rio... La verde pradra que te rodeaba desapareció, todo se volvió gris, frío y duro... las risas se perdieron con el rubor del viento... ya nadie te escala, ya nadie se cuelga de ti... tan solo quedas tu, rodeado por un mar de cemento ... tus ojas ya no tienen con quien jugar, ya adiecree en tu magia, y poco a poco sientes comose te va apagando tu luz, la misma quebrilló sin cesar durante cientos de años pide clemencia, pero es tarde... y en una noche sn nadie para resguardarte del frio cemento caes, golpeando silenciosamente el suelo, regalandole al viento el recuerdo de esos niños jugando, trepando, sus lágrimas derramadas al caer al suelo, la fuerza que te entregaban cuando no se daban por vencidos... sus risas... sus voces... tu vida... tu eterna y larga vida acabó sola en silencio bajo la atónita mirada de la luna, incredula al observar tu rendición, al compreder la deesperación.
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